Agui-lar de la Fron-tera

Contexto
histórico

Un manojo de escaramuzas alimenta la breve resistencia democrática en Aguilar de la Frontera. El dominio rebelde está asentado desde el estallido golpista. Pero un avión riega de bombas el pueblo durante la jornada del 24 julio del 36. Un día después, arranca la violencia extrema franquista. La represión poliédrica acumula crímenes, violaciones, torturas, cárcel, depuración profesional… Un castigo diseñado desde el odio ideológico a dirigentes políticos y sindicales de izquierda y contra amas de casa, taberneros, industriales, albañiles, abogados, estudiantes o jornaleros. Las matanzas dejan más de 150 ejecutados, según las investigaciones de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar de la Frontera (AREMEHISA). La Causa General abierta en los años 40 por el régimen de Franco no certifica, sin embargo, ninguna víctima de derechas.

Intervención
arqueológica

Las tres campañas consumadas en el camposanto aguilarense han recuperado a 66 personas. Para localizar las fosas comunes resulta trascendental el testimonio de Manuela Molina, testigo de los fusilamientos. Las inhumaciones colectivas en cistas exhiben la posición anómala de los cuerpos y pruebas criminales como balística, impactos de proyectil y roturas perimortem. El análisis genético de los restos óseos permite identificar a 31 víctimas. Las tareas arqueológicas, promovidas por AREMEHISA, tendrán continuidad en otros puntos de la necrópolis.