La vida trasiega como de costumbre en Santaella. El Frente Popular controla el pueblo y, pese al mal fario de la conspiración rebelde, no hay represalias contra derechistas locales. Solo una huelga de jornaleros del campo en protesta por la sublevación armada descontrola un tanto la cierta normalidad que inunda este rincón de la Campiña Sur cordobesa
Hasta que las fuerzas fascistas toman el municipio, sometido a un feroz castigo desde el 14 de agosto del 36. Todo cambia. Todo muta en odio, sangre y muerte. La paz republicana da paso a la represión golpista y las calles asisten a la detención de decenas de lugareños. Las investigaciones elevan a 39 el número de asesinados.
La tarea de campo localiza sendas sepulturas: una alberga tres cuerpos y la otra, dos. Los huesos, en conexión anatómica, tienen roturas por balística. Un cuerpo evidencia una decapitación, según el informe forense. Los esqueletos restantes desaparecen con la dinámica de uso del camposanto, tras la acción de enterramientos posteriores, por obras o bajo nuevos nichos.
Cementerio municipal
Desde el 14 de agosto de 1936
De junio a julio de 2004
Miguel Contreras, José María Pedreño, Dawnie Wolfe, Camila Oliart, Jennifer Bauder, Elena Sintes, Carmen Jiménez, Manuel Vacas y César Pérez
César Pérez
Juan Miguel Baquero