Cinco de la mañana. Día 19 de julio del 36. Los golpistas emiten el bando de guerra en Lucena. Han tomado el pueblo horas antes. Un triunfo fácil empapado con la sangre de los derrotados. Porque el terrorismo franquista deja un mínimo de 124 asesinados. Dividen la cifra 21 personas de Jauja y 11 de Las Navas de Selpillar. El resto, lucentinos.
Las tropas al mando del teniente Luis Castro Samaniego, alias ‘Polvorilla’, someten a la población a un brutal castigo. Cinco mujeres sucumben a tiros. Los atentados suman 25 muertes en la madrugada del 19 de agosto. La macabra matanza conmemora el primer mes de la rebelión militar.
Cinco personas han sido exhumadas del cementerio Nuestra Señora de Araceli. Los huesos reflejan múltiples fracturas perimortem. Caso de orificios en cráneos por entrada y salida de balística. O rotura de costillas, clavículas, húmeros y escápulas, que certifican las severas palizas. El subsuelo almacena, también, algunos proyectiles. Y cal viva.
Desde el 18 de julio de 1936
De enero a diciembre de 2017
Francisco Carrión, Daniel García, Iván Sánchez, Carmen M. Román, Rosa María Maroto, Erik Borja, Laura Gutiérrez y 52 estudiantes de la Universidad de Granada
Juan Miguel Baquero